Más por menos. Si hay que resumir los beneficios de la eficiencia energética a su mínima expresión, difícilmente habría mejor síntesis. La eficiencia y la rehabilitación energética del hogar es una prioridad estratégica que impacta sobre la salud, el bienestar y el confort de las personas que residen en los inmuebles, así como al medioambiente.

En datos, el sector inmobiliario representa el 40% del consumo energético de la UE y se estima que el 80% de los hogares de nuestro país están obsoletos. Un reto que trasciende las cuatro paredes de un hogar y alcanza una perspectiva internacional, ya que la Unión Europa tiene por objetivo conseguir la neutralidad de emisiones de carbono para el año 2050. Por ello, está impulsando un plan de choque y de ayudas para renovar el parque inmobiliario. ¿Qué implica esta transformación? ¡Te explicamos los principales beneficios!

No es sólo cuestión de ahorro

Durante el 2023, la inflación y el aumento de los precios de la energía han marcado el panorama energético global. En este contexto, la búsqueda de soluciones se ha convertido en una prioridad. Apostar por medidas de eficiencia energética repercute, en primer lugar, a una disminución en el coste de la factura de la luz, lo que se traduce en un mayor ahorro para el bolsillo. Es más, disponer de una instalación eléctrica actualizada permite disfrutar de deducciones de hasta el 60%. Y es que apostar por una actualización del sistema eléctrico no sólo reduce al máximo los consumos del hogar, sino que también revaloriza y aumenta su valor.

En segundo lugar, el aislamiento térmico es un factor clave para mantener una temperatura estable y adecuada tanto en invierno como en verano, mejorando las condiciones de confort en el inmueble. Muchos de los materiales que se utilizan para el aislamiento son de origen sostenible y tienen beneficios adicionales sobre la calidad acústica -al reducir ruidos- y lumínica -al apostar por la luz natural- del hogar. Además, un buen aislamiento limita las pérdidas energéticas hacia el exterior.

En tercer lugar, se da un paso decisivo hacia la transición energética al apostar por fuentes energéticas renovables, como la instalación fotovoltaica de autoconsumo o la aerotermia. Tecnologías limpias de residuos y altamente eficientes en su generación y consumo energético al reducir el uso de la electricidad y el gas y, por ende, las emisiones de CO2 y la huella de carbono.

Tendencias de eficiencia energética

La rehabilitación energética conlleva a una mayor presencia de materiales naturales y sostenibles de alta calidad, como la madera, el corcho o la cerámica, al ser de bajo impacto ambiental, reutilizables y de altas prestaciones. También implica a un avance tecnológico. Con un sistema energético actualizado, nuestro hogar se adapta a nuestras necesidades al permitir gestionar numerosos aspectos de nuestro hogar (iluminación, temperatura, ventilación…) de forma autónoma a través de dispositivos móviles.

De forma complementaria, al aprovechar materiales sostenibles y poner el foco en la salud de las personas, se apuesta por una mayor presencia biofílica que incorpora una mayor presencia de la vegetación, para que nuestro hogar sea más verde, con mayor calidad del aire y mejores prestaciones en salud y bienestar.

Los pisos de Misodi, que cuentan con la certificación MITECO al ser edificios neutros en carbono y BREEAM por ser una construcción sostenible, incorporan sistemas de climatización e iluminación eficientes, mobiliario de diseño con materiales sostenibles, tecnología IoT para gestionar el uso y consumo del hogar, y un sistema energética de autoconsumo renovable.

En definitiva, con la eficiencia energética se consiguen ahorros que van desde el 25% al 50% del consumo de partida. La rehabilitación es, en definitiva, una acción estratégica para revolucionar económicamente, modernizar, mejorar la sostenibilidad y reducir la dependencia energética de nuestro hogar y, en consecuencia, nuestras ciudades.

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